Joan Bellsolell i Vilella "Busquets"
Hoy no es un 6 de noviembre cualquiera, tal día como
hoy de 1919 nacía en Mataró Joan Baptista Bellsolell, lo conocí cuando yo tan
solo tenía 19 años, me sorprendió su humildad y generosidad.
Recuerdo su voz
de timbre sincero y roto por las vivencias, sus ojos claros turquesa destilaban una mezcla de fuerza y tristeza,
quizás porque vio lo que no debía ser visto por ningún ojo humano.
Llevaba
esculpida en su piel la dureza de la guerra civil española, su cuerpo delgado y
frágil, enmascaraba la templanza del luchador.
Le llamaba Sr. Bellsolell, tan pronto lo veía entrar
por la puerta, su presencia lo impregnaba todo. Tenía un aura especial,
emanaba honestidad y nobleza.
¡Quién se lo iba a decir a este hijo de silleros! Su
familia no encajó bien una vida, mal llamada bohemia, en la que prevaleció su
coherencia, compromiso y lucha por una sociedad más justa.
Sabía lidiar con galantería mi juventud, a veces
irritante por mi desbordante energía, él dejó tatuada una profunda huella en mí.
Joan Baptista Bellsolell, a la edad de 17 años
participó como comisario político republicano en la guerra civil española,
militó en Estat Català y después en el POUM, se exilió en Francia donde fue
internado en el campo de concentración de Septponts y de Argeles, del cual se evadió. Estableció su residencia en Montpelier,
licenciándose en filosofía y letras, continuó sus estudios en el Instituto de
la Filmografía de París. Desde 1942 trabajó junto con el líder socialista
Josep Pallach reorganizando la
resistencia antifranquista de Cataluña y en los años cincuenta da comienzo su
trabajo como director de documentales con El mundo de Pau Casals.
Desde aquí quiero reivindicar su memoria, recordar su legado, junto a él, muchos son los olvidados, es la “generación rota”, les debemos mucho.
Desde aquí quiero reivindicar su memoria, recordar su legado, junto a él, muchos son los olvidados, es la “generación rota”, les debemos mucho.
El Sr. Bellsolell sufrió la derrota en una guerra
que no fue simplemente una guerra entre hermanos, fue la derrota de un ideal,
de una esperanza, de un mundo que se desvaneció, ahora nuestra sociedad no
puede olvidarles, debe reivindicarles.
En un lugar de mi memoria de cuyo recuerdo, sí
quiero acordarme, Joan Baptista Bellsolell i Vilella “Busquets”, me enseñó que
la libertad es la conquista de toda una vida.
Su legado es patrimonio de todos.
Mª Carmen Martínez
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