La Cita
Seguía ahogándome.
En mis sueños sólo
percibía una sensación o bien debía huir o bien debía buscar algo ¿la muerte?
La muerte no
acudía a mi encuentro, yo sólo quería visitarla, aunque fuera un rato, tomar
juntas un café. Todos la temen y yo me siento enamorada, quizás tenga algo de
hombre. ¿Es importante el sexo de la muerte?
La cortisona
fluyendo por mi sangre, jodiendo mi hígado. No sé respirar, la presión en el
pecho es más profunda. La herida siempre abierta, hecha con escarcina, que no
cicatriza. Supura.
La máscara de
oxígeno es molesta, las luces me aturden, demasiada gente en urgencias. Quiero
aislarme, sigo pensando en la muerte, mi cuerpo ya no me pertenece, está
ausente, dirige sus propios caminos y mi mente traiciona a mi cuerpo. ¿Será la
muerte que viene a verme?
Elías, así se
llama el médico de urgencias, sigue buscando algo, mi cuerpo no reacciona, dice
que mi mente no quiere seguir. Quizás. Todos miran a una mujer que se ahoga, me
ahoga la vida. Ella, es la culpable, me ha demolido, ha barrido mis sentidos,
los ha vaciado. Ya no queda más.
Acaban de
inyectarme un valium, creen que son los nervios, es la última posibilidad. No
hago caso de nada, yo y mi yoidad dialogando. Hay unos ojos, rojos, tristes,
tiernos, es mi padre, languideciendo ante mi angustia. La musculatura se
relaja, la tensión desaparece. Quizás sea
el valium. Mis pensamientos se están alejándose, parecen alegres. La muerte ha
cancelado la cita conmigo. Sigue sin importarme su sexo.
Mª
Carmen Martínez
http://diariodeundodecaedro.blogspot.com.es/
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