Sale el sol
Suelen advertirte que no empieces a escribir comentando las inclemencias meteorológicas, como a mi eso me importa una mierda, lo hago. Sí, sale el sol y de fondo suenan cantos gregorianos. Mi padre se siente triste desde que su compañera del alma, mi madre, falleciera el pasado 20 de abril de 2024. Todos los rincones de su hogar muestran la pérdida, desde esa vitrocerámica en la que cocinaba hasta el zapatero con una estantería sin sus zapatillas ordenadas. La casa está silenciosa y los fantasmas van apareciendo en lugares llenos de cotidianidad. Hoy llegará una nueva vida, un cachorro, que recorrerá esos caminos solariegos y áridos con ladridos más allá de la ausencia. Lejos quedaron los recuerdos de nuestro pastor alemán que palpitaba llena de vida y alegría. Este es el tercer café que tomo, amo al Dios Café. He puesto a cocinar brócoli en la sartén. Es vibrante volver a escribir en el blog, abrir las puertas a la creatividad y a las posibilidades. Tengo un impulso primario incons